El planificador financiero estadounidense Carl Richards explica que la falta de felicidad pese a ser rico se debe a la discordancia entre los gastos y los valores.
"Si sopesamos nuestras decisiones de compra, podemos llegar a notar ciertas brechas, precisamente, hacernos preguntas incómodas como por qué gastamos dinero en cosas que no apreciamos", subrayó Richards citado por 'Business Insider'.