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La infidelidad y el contagio de ETS


El contagio de enfermedades de transmisión sexual sigue aumentando en forma alarmante ante el asombro de todos, ya que resulta difícil entender que en el siglo XXI las personas continúen padeciendo este tipo de infecciones.
Las conductas promiscuas, el desconocimiento, la falta de información y hasta cierto grado de ingenuidad en el relacionamiento sexual, son algunas de las causas de que esto suceda.
Vamos a tratar aquí el tema de la infidelidad y el contagio de enfermedades de transmisión sexual, no porque ésta sea la principal causa del problema, sino porque mediante ésta adquieren el contagio infinidad de personas que se creían totalmente a salvo de infecciones sexuales.

No pretendemos en este artículo considerar la infidelidad desde el punto de vista moral sino advertir de los riesgos y las consecuencias que trae este comportamiento para quien lo realiza y para sus parejas.
Vamos a compartir algunos casos que pueden servir para entender ciertas situaciones que llevan a las personas a actuar sin tomar conciencia de las consecuencias de esos actos.
Una esposa y madre de dos hijos pequeños estaba cansada de la rutina cuando conoció a otro hombre y mantuvo con él relaciónes sexuales, sin utilizar preservativos, durante algunas semanas.
De la infidelidad lo único que le preocupaba era que su esposo no sospechara y evitar el riesgo de embarazo tomando anticonceptivos, no le dio importancia a una lesión que apareció en su vagina porque jamás pensó que su compañero sexual pudiese transmitirle enfermedades ya que se trataba de un joven limpio, atractivo y de buena educación y según ella no era el tipo de persona que puede estar infectado.
Cuando su esposo presentó una lesión en el pene y consultó al médico, el diagnóstico fue Sífilis, la sorpresa y la incredulidad de este hombre fue mayúscula, sólo había mantenido relaciones sexuales con su esposa y jamás hubiese pensado que el contagio pudiese provenir de ella hasta que la realidad dejó en evidencia que la infidelidad de ésta les dejó como consecuencia esta enfermedad.
Alice de 23 años llevaba 4 de novia cuando comenzó a presentar ciertas molestias que la llevaron a consultar a su ginecólogo quien le diagnosticó Gonorrea.
Para ella era imposible tener una infección de transmisión sexual y consultó a otro profesional quien le indicó una serie de análisis, en estos apareció claramente que estaba infectada.
Su novio confesó que se había tratado recientemente por Gonorrea la cual adquirió durante un contacto sexual con una chica de su grupo de amigos, por pretender ocultar la infidelidad no le dijo que estaba infectado, con lo cual se hubiese evitado contagiarla.
Alex estaba casado hacía 20 años y comenzó una relación de tipo sexual con una mujer, casada a su vez con un profesional prestigioso de la ciudad, personas éstas de alta posición social y económica.
Ni se le ocurrió pensar que a través de esta distinguida dama iba a adquirir el virus del HIV el cual transmitió a su esposa y ambos ahora están comenzando un tratamiento que durará toda la vida.
Estos tres casos corresponden a tres situaciones diferentes, pero todas tienen en común que las personas que cometieron la infidelidad se dejaron guiar por las apariencias y el aspecto externo de las personas con las cuales mantuvieron contactos sexuales, no se les cruzó por la cabeza utilizar preservativos para evitar infectarse, en el convencimiento de que alguien de aspecto limpio no puede ser portador de enfermedades y con esa actitud no sólo se contagiaron a si mismos sino a sus parejas que no merecían recibir una enfermedad através de personas en las cuales confiaban.
Un portador de una ETS no lleva un cartel indicando su condición, cualquier persona puede estar infectada, aún sin saberlo y contagiar a sus parejas sexuales.
Reiteramos que no juzgamos conductas pero si alguien va a cometer una infidelidad y no le importa su salud, que sea consciente que con su actitud pone en riesgo no sólo la salud sino la vida de otras personas que sin quererlo se ven involucradas en las consecuencias de los actos ajenos.
Hay infinidad de casos como los que acabamos de compartir y en todos se pudo evitar el daño mediante la utilización de preservativos de látex en los contactos sexuales, algo tan simple como eso puede evitar enfermedades y sufrimiento innecesarios.

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