Pese a tener reconocimiento europeo, ya tiene seguidores en Latinoamérica que gritan ¡Aleluya! Adoran al orgasmo como Dios y llaman a experimentarlo en todas las acciones placenteras ¿Quién dijo Amén?
De que el sexo es algo vital en la vida de millones de personas ¡Qué duda cabe! Sin embargo que esto ya se haya vuelto culto es algo que por lo menos llama la atención. Esto es lo que sucede en la vanguardita Suecia, donde se ha instituido la Iglesia de la Virgen del Orgasmo, que podrá ser registrada, según constató un tribunal, como una “comunidad de Fe” (trosamfund), es decir, como un culto o religión oficial que tendrá los mismos derechos que otras iglesias o congregaciones religiosas.
Esta comunidad tuvo que sortear hartos escollos para poder ser reconocida ya que inicialmente el registro oficial sueco de sociedades y comunidades rechazó la inscripción del nombre, ya que podía ofender a los cristianos. Sin embargo la Justicia sueca se pronunció y dotó de derecho a existir oficialmente a la Orgasmens Madonnas Kyrka, nombre original de la iglesia.
Experiencia religiosa
Esta Iglesia, que cuenta con cerca de trescientos fieles repartidos entre en Suecia, España y Latinoamérica, está encabezado por Carlos Bebeacua, un artista uruguayo radicado en el país europeo, quien alcanzó notoriedad cuando uno de sus cuadros llamado “La virgen del Orgasmo” levantó duras críticas en la Expo Sevilla de 1992.
La obra representaba la imagen de una mujer que da la espalda al mundo mostrando su intimidad al mismo tiempo. Había además otros símbolos, poemas, frutas, el sueño de una casa en el campo.
En esa ocasión la pintura fue tan polémica que desató tantas protestas y disturbios que la policía tuvo que intervenir. Según confesó el artista al periódico sueco Skånska Dagbladet, ese fue el momento en que nació la idea de fundar esta singular fe.
Bebeacua explicó que pese al nombre no se trata sólo de sexo. “El orgasmo es Dios y el orgasmo debe ser adorado, espero que otras personas lleguen a considerar el orgasmo como su Dios”. Para el artista y ahora cardenal y sumo sacerdote, el orgasmo es la “Última sensación de la lujuria, que no debe limitarse a la eyaculación, a la que se puede llegar a través del arte o mirando un paisaje y pensando en ¡wow!”.
Como una Iglesia tradicional, esta congregación tiene sólo sacerdotisas y sus escrituras se llaman El Catecismo del Orgasmo. Asimismo, existe toda una ritualidad para estas sacerdotisas: leen versos, comen frutas y beben zumos en las ceremonias que celebran. El sexo no es el enfoque, pero tampoco está prohibido. “Nunca ha sucedido y no sé cómo reaccionaría si llegara a suceder” detalla Bebeacua.
El artista y hoy Cardenal rechaza las acusaciones de que se trata de orgías y sexo, alegando que su propósito es ayudar a las personas para que vean el orgasmo como una metáfora de amor de vida.
Fuente: http://www.terra.com/mujer/articulo/html/hof117086.htm