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Engaño a mi esposo

Existen muchas razones por las que una mujer llega a la infidelidad y éstas pueden ser sentimentales, sexuales o incluso motivadas por una pasión como la ira o la venganza. Sean cuales sean estas causas no llegan a justificar el engaño ni el dolor causado a la otra persona que compone la relación.

Entre las razones más comunes encontramos:

- Insatisfacción sexual pero principalmente emocional
- Cuando hay una venganza de por medio
- La búsqueda del placer pero principalmente de sentirse deseada
- Cuando se busca la ruptura matrimonial
- Infidelidad platónica

Sin embargo, a mi criterio gran cantidad de infidelidades femeninas se deben a un sentimiento de venganza por haber sido engañadas o por estar siendo maltratadas en su matrimonio. De esta manera existe la motivación de agredir a sus parejas con la misma moneda: la traición.

Cuando una mujer dolida, maltratada y traicionada decide golpear de la misma manera puede incluso lastimarse a sí misma porque no mide su furia y podría no a elegir bien a la persona con quien ejecutará su venganza.

Por otro lado, esto busca destruir en su mente y en su cuerpo a su esposo y de alguna manera entra en competencia con él y con la amante, aunque sea en su imaginación, fantaseando que con ello, es tan mujer como lo fue la otra.

El engaño no tiene el mismo sentido para la mujer pues suele estar relacionada a otros móviles que no son netamente buscar placer. La venganza es la primera causa de infidelidad femenina.

Esta infidelidad podría explicarse como una forma de restauración del daño que se ha sufrido y para ello se utiliza a otro hombre para despreciar su masculinidad. Ella lo degrada y a su vez asume una posición de poder frente a su dolor y a su herida. Muchas veces esto se guarda en secreto, como una manera de protegerse por el miedo a que el hombre que la lastimó la maltrate más.

Este tipo de conductas infieles pueden terminar calmando el ego herido pero conforme la mujer sale del dolor se da cuenta que la verdadera traición se la hizo ella misma pues no resolvió nada y ahora puede encontrarse atrapada en fuertes sentimientos de culpa, asco o simplemente termina poniendo en el amante un disfraz de “hombre perfecto” para lograr separarse de la pareja que la humilló.

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