Si crear una relación de pareja es complejo, más lo es establecerla con los padres y con la familia política de nuestro enamorado o cónyuge.
Sucede que muchas veces las suegras tienen un sentido de propiedad frente a su hijo o hija y sienten que cualquier persona que se le acerque es una amenaza.
Por lo general, el hijo crece y forma una relación, la cual puede desesperar a la suegra. Este tipo de madre es posesiva, envidiosa y criticona pero sobre todo es incapaz de relacionarse con su hijo respetando sus deseos, tanto a nivel de pareja como de todo en general.
Algunos padres piensan o sienten inconscientemente que su hijo ha preferido vivir con otra persona antes que seguir con ellos. Esto es sentido como un “mal agradecimiento o una traición” y sufren una sensación de abandono. Así es como la pareja del hijo se convierte en un rival.
Cuando la nuera o el yerno sienten este rechazo es natural que se sientan agredidos y que pidan que su pareja sea capaz de ponerle límites a la situación. Ante esto tenemos al hijo o a la hija que logra hacerlo porque no está atrapado en la culpa frente a sus padres y entienden que más que una agresión a su pareja es una burla a ellos mismos.
Pero existen otros que se sienten atrapados y son incapaces de defender sus deseos y a la persona que aman, permitiendo el abuso y el maltrato a ambos. Cuando esta situación se da, es muy difícil que la pareja sobreviva.
Si se da una crisis de este tipo es importante que tú como persona no aceptada no caigas en las críticas ni menosprecies a la familia de tu pareja, y menos aún que te quejes de la forma de ser de ellos o del trato que tienen hacia ti. Es preferible que mantengas cierta distancia si piensas que no te respetan o si crees que no puedes mantener una buena relación.
*************