En un momento de la vida esta es una pregunta que las mujeres nos hacemos pero no tiene mayor resonancia cuando una está muy ocupada en estudiar, producir y desarrollarse. Difícilmente se piensa en ello si sumamos además los miles de mensajes que nos llegan respecto a “tener que desarrollarnos” profesionalmente antes de la maternidad.
Pero, sucede que de pronto una mujer se ve confrontada con su reloj biológico y se da cuenta que el tiempo puede estar llegando a un límite y surge esta necesidad, o mejor dicho esta inminente realidad: QUIERO SER MAMÁ Y NO TENGO PAREJA.
En palabras muy sencillas, nos empezamos a dar cuenta y deseamos buscar un bebé mucho más tarde de lo que la naturaleza desearía. Los años de máxima fertilidad de la mujer están entre los 20 y 25 años. No se le puede pedir a las mujeres de hoy que piensen en formar una familia a los 20 años, pero sí conviene advertir que a partir de los 35 la fertilidad femenina disminuye progresivamente.
Por otro lado surge otro tema que tiene que ver con: quiero ser mamá, pero ¿y el papá?
Pues bien, ahora qué pasa con aquellas mujeres que pasaron los 35 años, quizá bordean los 40, y quieren ser madres pero no tienen pareja.
Hay tres posibilidades que analizar:
- Ser madre soltera, o
- Recurrir a un tratamiento de fertilidad asistida (inseminación artificial)
Este es un tema que colinda con lo ético, lo moral y el derecho de una mujer. Y Confidencias es un espacio donde podemos pensar, reflexionar y llegar a algunas respuestas que aún no están dadas